viernes, 25 de junio de 2010

Destiny

¿Creéis en el destino?¿En los ángeles de la guarda?¿En las casualidades quizá?
Llamadlo como queráis... Pero yo, desde hoy, creo en el destino.
O quizá debería decir gracias, papá :)





Beawichu, Marta, el mejor director del mundo y yo :)
Lo que lloré por quedarme sin entrada para el concierto de mañana... y ahí hemos estado.



Porque podríamos haber decidido quedarnos en nuestras casas, no ir a Granada, no ir al McDonalds, no ir en mi coche, no querer ir al mirador, no pasar por delante de su hotel y ver los estuches de violín, no darme cuenta de que eran ellos, no ver subir los autobuses hacia la Alhambra (me saludó el contrabajooooo :D :D :D), no haber decidido por una vez probar suerte, no haber hablado con el vigilante del parking, ni con el de la esquina de palacio, ni después con el de la otra esquina, y después con el de la puerta, ni que nos hubiera dicho que no y después nos dijera: anda vale, pero yo no he sido, porque podría no haberme llevado la réflex (y gracias a vosotras la eché), y podrían no habernos dejado subir, porque podría haber pasado que la gente no fuera tan extremadamente acogedora, porque quizá el destino no habría querido que nos encontráramos a uno de los fundadores (además clarinetista) y que se pusiera a hablar con nosotros y nos presentara a su hijo, porque podrían no habernos tratado tan bien, porque podría haber pasado que no quisiera saludarnos, ni darnos la mano, ni hablar con nosotros, ni conocer a los clarinetistas, ni que me ofrecieran tocar su clarinete... podrían haber pasado taaaaaantas cosas...

Pero aquí me tenéis, más feliz que una perdiz porque por una puñetera vez, todo lo que no podía haber pasado PASÓ, y si no me equivoco, hoy ha sido uno de los mejores días de mi vida.

lunes, 21 de junio de 2010

Principio de preocupación.


Cuando la coraza empieza a ser más grande que el corazón.


viernes, 18 de junio de 2010

U.U


Alguien que me escuche, que me haga reir, que intente entenderme, que sepa lo que me pasa sin que se lo diga, que me llame cuando le cuelgo, que sea capaz de aguantar mis laaaargas horas hablando del clarinete, que me abrace cuando me despierte llorando, que sea capaz de ir conmigo a pasar horas y horas en Ikea, o en Zara Home, y no se queje, alguien que me pique, pero que luego solucione todo con una sonrisa, que pasee conmigo hasta que nos duelan los pies, que me diga que estoy guapa aunque lleve noches sin dormir, que me cuente cosas y cosas y más cosas, que me lleve a sitios que no conozco, que me coja de la mano sin importarle quién hay alrededor, alguien que entienda que me gusta hacer pompas de jabón, o poner voz de niña pequeña, o corretear cuando veo un escaparate lleno de juguetes, alguien que sea capaz de venir conmigo a echar fotos con todo lo que eso conlleva, alguien que sepa ver más allá de su ombligo, que me lleve la contraria cuando digo que mis hijos se van a llamar de tal manera, que me saque a bailar aunque me niegue, que intente buscarme las cosquillas, que no me diga lo gorda que me voy a poner si me como un helado, que no me vea como el bicho raro que el resto del mundo me suele ver, en definitiva... que me quiera, y a ser posible, que seas tú : )



Te echo de menos papá, no sabes cuánto. Lo malo es que lo peor está por venir. Esto se va a hacer más difícil conforme pasen los días, pero sé que tengo que seguir aunque no quiera. Los momentos de fragilidad y debilidad se quedarán en noches como las de hoy. Durante el día seré fuerte, la Bea que todos esperan que sea. Bipolaridad. Es lo que hay.



noquieroiralconsernoquieroiralconsernoquieroiralconsernoquieroiralconser
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noquieroiralconsernoquieroiralconsernoquieroiralconsernoquieroiralconser
noquieromásdespedidas.

sábado, 12 de junio de 2010


Me cansé de deshojar margaritas. De confiar en la suerte. De dejarlo todo en manos del destino.

Ahora toca actuar.

viernes, 11 de junio de 2010

siempre.

Una noche más, en el sitio de siempre... Quizá, con un poco más de frío, pero no importaba (él caldeaba la atmósfera con su sonrisa). No soportaba estar lejos de él, necesitaba sentirlo (aún más) cerca. Sentir sus manos no era suficiente. Necesitaba más, necesitaba saber que estaba ahí, que no era sólo un sueño (como tantas veces había pasado últimamente). Sintió cómo la rodeaba con sus brazos, pero esta vez era distinto. No había un ápice de aquel escalofrío que normalmente recorría su espalda tan sólo con sentirle cerca (Quizá sólo sean alucinaciones, pensó). Apoyó la cabeza sobre su pecho. De igual modo, no apreció variación en los latidos de su corazón. pum pum, pum pum, pum pum... tranquilos, relajados, vacíos para ella. Todo empezó a dar vueltas, a girar sin sentido. Él la soltó, y comenzó a andar, despacio, sin mirar atrás ni una sola vez. Comenzó a gritar su nombre, pero no sirvió de nada. Comenzó a correr, detrás de su sombra, que cada vez estaba más lejana, perdida entre la luz de las farolas. Tropezó.

Despertó con lágrimas en los ojos. Una vez más, le había vuelto a traicionar el subconsciente. Había sido tan real esta vez... Abrió y cerró los ojos un par de veces para acostumbrarse a la tenue luz que entraba por la ventana de su buhardilla (llovía, curioso). Nada había sucedido. Ella seguía allí, tan sola como siempre. Vacía como venía ocurriendo desde los últimos meses. Desde que él se había ido. Y no volvería, al fin y al cabo prometía pocas veces, pero esa vez lo hizo, y lo cumpliría hasta el fin. Sólo le quedaría su recuerdo. Se aferró a él y volvió a intentar dormir.. quién sabe si esta vez sería distinto...