domingo, 28 de noviembre de 2010
sábado, 27 de noviembre de 2010
martes, 23 de noviembre de 2010
http://www.youtube.com/watch?v=JSLU4J8GXPk&feature=player_embedded#!
Malditos errores.
Pesan más que los (buenos) recuerdos...
domingo, 21 de noviembre de 2010
y es que de lo único que tengo ganas es de hartarme de llorar, a ver si así se acaba la angustia aunque sea por un rato.
porque ya está bien de desperdiciar la vida, digo yo, no? ya está bien de dejar que mi vida sea una mierda, de no tener ganas de ir a la facultad, ni de pisar la calle, ni de hablar con nadie, ni de vivir
no puede ser posible que cada día esté peor.
jueves, 18 de noviembre de 2010
martes, 16 de noviembre de 2010
viernes, 12 de noviembre de 2010
jueves, 11 de noviembre de 2010
lunes, 8 de noviembre de 2010
-Oye, tú no serás de estos antitabaco en plan súper...
-Pero, ¿Qué haces? ¿Tú, fumando? Ya puedes estar tirando ese cigarro ahora mismo, venga, trae, ya!
-No, si en verdad fumo por hacer algo.
-Pues echa fotos, tíralo, venga. ¿Es que no sabes que es malo?
-Oh venga ya, todo el mundo que fuma es consciente de que es malo, ¿cómo no lo voy a saber?
-¿Entonces? ¿Por qué lo haces? Te tenía por una tía lista, joé.
-No hagas preguntas de las que no quieres saber la respuesta.
-Sí quiero saberla. Venga, dí. ¿Por qué lo haces?
-Es una manera de matarse.
sábado, 6 de noviembre de 2010
jueves, 4 de noviembre de 2010
Un mal día (o semana, o mes...)
no sé.
no sé nada. (qué raro, verdad?)
beatrice, la eterna indecisa.
no están siendo buenos días. pensaba que estaba un poco mejor de lo mío, pero voy de recaída en recaída, y cuando apenas estoy de rodillas vuelvo a caerme sin ni siquiera alcanzar a ponerme de pie.
Nunca me he considerado una persona guapa, ni mucho menos atractiva. Siempre del montón, y tirando para abajo. Ni un cuerpazo ni mucho menos, ni nada destacable, salvo quizá, mis ojos, que es lo único distinto a lo medianamente común. Según el resto de gente, cada día estoy "mejor". Yo no dejo de verme igual, o incluso peor.
No voy a la facultad. Sólo a contadas asignaturas. Sigue habiendo tres asignaturas en las que no he puesto un pie, ni tan siquiera en la presentación. No se me da bien conocer gente. Me siento fuera de lugar, no sé de qué hablar y me pongo muy nerviosa. Y por si eso fuera poco, odio los trabajos en grupo. Siento que no puedo aportar nada, ni una maldita idea ingeniosa. Sé que tengo que aprobar las asignaturas, sé que hay mucha gente poniendo expectativas en mí, pero no puedo dar más. Corrijo, no tengo nada que dar. Triste, sí. Pero cierto igualmente.
No voy al conservatorio. Pero tampoco sé si en realidad lo echo de menos. A veces llego a pensar que sólo me gustaba ir por la gente con la que estaba, con la que estaba agusto, y me sentía cómoda. De querer ser música a no saber ni si llegar a hacer superior, o incluso a acabar el medio. Si pudiera decir al menos que me gusta la carrera... pero tampoco me llena. No sé a qué me estoy dedicando, ni a lo que me quiero dedicar. Quizá sea por mi miedo a la responsabilidad, o a las obligaciones.
Me gusta hacer fotos. O eso pensaba. Mis fotos son mediocres. No soy capaz de mostrar lo que veo en la gente. Ni en los paisajes. Ni sé retocarlas, ni nada por el estilo.
Y sigo en mis trece
y sigo poniéndole nombre a ese él
y no quiero
ni puedo
ni debo
y menos sospechando lo que cada vez parece más cierto.
martes, 2 de noviembre de 2010
Nunca se me ha dado bien expresar con palabras lo que pienso, o lo que siento, ni siquiera he sido capaz de escribir una historia decente, y mira que se me pasan situaciones por la cabeza a lo largo del día... Supongo que empecé el blog como vía de escape, por tener un sitio en el que poder hablar de lo que me diera la gana sin que nadie lo leyese...
Pues bien, estoy harta. No, harta no es la palabra. Estoy... rara U.U. Supongo que es la rayada que toca como mínimo una vez al mes y que ya estaba tardando en volver a aparecer...
Sé que puedo vivir sola. No me refiero al simple hecho de vivir, no necesito a nadie para respirar gracias a Dios, al menos por ahora. Pero empiezo a hartarme de estar así. De vez en cuando apetece tener a alguien con quien compartir las pequeñas cosas, con el que poder hablar hasta las tantas de la mañana, o simplemente escuchar su respiración por teléfono. Alguien con quien ir de viaje cualquier fin de semana, sin excusas, simplemente por escapar del mundo y encerrarnos en una burbuja lejos de aquí. Alguien a quien coger de la mano, alguien a quien poder besar, abrazar, sentir, respirar, achuchar, fotografiar, amar. Sentir eso que domina el mundo y que nos hace convertirnos en cualquier cosa.
Aún así, sé que no es fácil. Sé que llega cuando menos te lo esperas, y que, cuanto más lo esperas, más tarda en aparecer. Sé que por mi parte hay miles de intentos de autoengaños, de decirme es él sabiendo que no es lo que estoy buscando. Sé que confundo más de quince veces al día la amistad con el amor. Por ahí dicen que no es posible una total amistad entre un chico y una chica heterosexuales, porque tarde o temprano uno de los dos acaba enamorad@ del otr@. Quizá lleve razón. Yo prefiero pensar que el hecho de estar sola a veces me hace distorsionar la realidad, e imaginarme historias que no tienen ni pies ni cabeza. Que quizá la falta de cariño me hace delirar e inventarme mil películas con final feliz a pesar de que no hay lógica en ellas. Que no quiero leer ningún libro de amor porque sé que voy a empezar a ver mi nombre y quizá el de él entre sus páginas. Ese él que cada día tiene unos ojos distintos. Ese él del que posiblemente no sé nada. Ni cual será su color preferido, ni si le gustará la comida china, si tocará un instrumento como yo o si le gustará hacer skate. Si fumará, o si hará que me quite porque no lo soporta. Si será muy alto y me tendré que poner de puntillas. Si me dejará fotografiarnos (abrazados, besándonos, corriendo, haciendo el idiota, comiendo chocolate, formales, totalmente informales, en la playa, en la sierra, en el fin del mundo). Si no lo he conocido aún, o si lo tengo delante de mis narices y no me doy cuenta. Si existe, o si sólo es un invento de mi imaginación...
Lo que realmente me da miedo
(y que conste que estoy haciendo lo posible por evitarlo)
es que últimamente
(y mira que no quiero)
empiezo a ponerle nombre a ese él
y no hay cosa que me dé más miedo
que enamorarme de tí.
O de él.
(que no sé qué es peor)
lunes, 1 de noviembre de 2010
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