Por aguantarme.
Por hacerme sonreir.
Por conseguir que la vida tenga un poquitín de sentido cuando parece que no lo tiene.
Por dejar que te eche fotos.
Por sacarme de quicio.
Por dejarme fumar sólo los fines de semana.
Por tus tonterías.
Por dejar que sea tu amiga.
Por ser mi hermana.
Por tus enfados tontos.
Por escucharme, aunque la mitad de las veces lo que tenga que decir sean gilipolleces.
Por tener paciencia conmigo, que sé que es casi imposible.
Por darme ánimos.
Por intentar que me quiera un poquito.
Son tantas, tantísimas las miles de cosas que tengo que agradecerte... que sí, que es cierto, que nunca te he dedicado una entrada, ni un fotolog, pero es que sé que se me quedaría pequeño, y que por mucho que lo intentara, nunca sería suficiente.
Son varios años de dolor de barriga a causa de las risas, de llantos, de helados, de tortitas, de fotos, de salidas, de disfraces, de chorradas, de confidencias, de horas y horas de llamadas, de hacer de pareja para hacer la gracia, de música, pero sobre todo, de amistad. De ese algo que es mucho más complejo y que mucha gente daría todo por tener. No sé si seré afortunada en otras cosas, tampoco puedo quejarme mucho porque siempre se puede estar peor, pero sí que estoy segura de que soy afortunada por tener la mejor amiga/hermana/confidente del mundo :)
tequierrrrrrrrromarto.
Sin sonrisas
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